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Semana del Cine 2022: rap y box en “Heartbeast” y “Pequeña, lenta, pero firme”

Actualizado: 26 jun 2023

Cerrando la cobertura de la Semana del Cine, vimos dos películas sobre jóvenes movidas por la pasión. Cada una de ellas, a su manera, encarnan cierto dinamismo outsider, lo que se expresa a través de la música o del deporte.


Por Marcelo Paredes FESTIVALES / SEMANA DEL CINE

"Heartbeast" y "Pequeña, lenta, pero firme"
"Heartbeast" y "Pequeña, lenta, pero firme"

Rap


Probablemente luego de ver Heartbeast (2022) sería fácil alinearla, en un campo más mainstream, a un fenómeno como la serie Euphoria, por su manejo de iluminación saturada y temática adolescente en torno a la exploración de las drogas y la sexualidad. No obstante, si algo podría diferenciar a la ópera prima de Aino Suni con la serie de HBO es el modo en que trata a sus personajes, la manera en que entra en sus mundos.


Claro que por diversos motivos no alcanza el mismo nivel de artificio que el hecho por Sam Levinson en su serie. Si algo destaca en la película es cómo a un nivel narrativo construye mejor los niveles de intensidad, sin necesidad de apoyarse en recursos demasiado explícitos, y sobre todo en la forma que aborda el tema de las redes sociales para las nuevas generaciones. Las interacciones son más inmediatas, y por lo tanto se vuelven mucho más emocionales, con este caso particular que sigue el romance que una aspirante a rapera busca tener con su nueva hermanastra, de la cual se obsesiona.


En tiempos en los que se suele hasta idealizar una “relación tóxica”, lo que esta película hace es ir por la vía menos esperada. Las coreografías y canciones de rap cercanas y modernas son solo el telón que cubre el dolor y una obsesión perversa.


“Heartbeast” (2022). Fuente: MUBI
“Heartbeast” (2022). Fuente: MUBI

Box


Pequeña, lenta, pero firme (Keiko, me wo sumasete, 2022) narra la historia de Keiko, una joven boxeadora sordomuda, quien busca dar todo de sí a pesar de las diversas limitaciones que puede tener. Su físico, pequeño y poco ágil, no le ayuda mucho en dicho deporte. Será la llegada de la pandemia de la COVID-19 que complicará aún más las cosas, debido a que el gimnasio donde siempre entrena corre el peligro de cerrar.


Se ha comparado mucho a la película del japonés Shô Miyake con otro drama deportivo como lo es Golpes del destino de Clint Eastwood. Sin embargo, dicha comparación podría quedarse chica si nos centramos únicamente en el potente melodrama ganador del Oscar, cuya coincidencia gira solo alrededor del deporte representado.


En el cine de Eastwood, los personajes suelen mantenerse firmes ante todo, incluso si sus limitaciones y otras adversidades se contraponen. Pero, por otro lado, a nivel visual, la película cuenta con encuadres fijos y dilatados, acercándose más al estilo de ciertos autores asiáticos. El uso de los encuadres abiertos refuerza la soledad del personaje, quien no encaja en la sociedad del mismo modo que el resto. El sonido también juega un papel fundamental, resultando muy enfático en contraste con ese mundo interior, en apariencia calmo, pero de ocultos remezones.


Pequeña, lenta, pero firme hace gala de un manejo amplio de la palabra, como lo hacen películas de otros directores asiáticos como Ryūsuke Hamaguchi o Hong Sang-soo. Sin embargo, es la carga emocional de muchos de sus planos lo que hace a la cinta simpática y entrañable, sin llegar a ser un título notable. Será la pasión fuerte y necia la que resuene más fuerte que cualquier golpe.

“Pequeña, lenta, pero firme” (2022). Fuente: Cinema Jove
“Pequeña, lenta, pero firme” (2022). Fuente: Cinema Jove



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