Este documental explora el lado más humano del a veces desconocido productor de Star Wars, Blade Runner y muchos otros éxitos de Hollywood: Alan Ladd Jr., conocido también como "Laddie".
Por Sebastián Zavala Kahn CRÍTICAS / VIDEO ON DEMAND
Alan Ladd Jr. es una de las figuras más influyentes y, sin embargo, también una de las menos reconocidas en la industria cinematográfica hollywoodense. Ladd Jr. es el hombre responsable de financiar la primera película de Star Wars, y de producir clásicos como La profecía, Thelma and Louise, o El show debe continuar. Es alguien que confiaba en la integridad artística de cineastas como George Lucas, Ron Howard, Ridley Scott o Mel Brooks. Trabajó con diversas empresas como la 20th Century Fox (antes de que pertenezca a Disney), MGM y, eventualmente, su propia compañía productora: The Ladd Company. Sin él, no podríamos estar disfrutando de muchos filmes clásicos, o incluso de algunas de las franquicias más famosas de toda la historia.
Felizmente, Laddie: The Man Behind the Movies es un documental que pretende corregir dicho error. Dirigida por Amanda Ladd-Jones, una de sus hijas, la película recuenta todos los logros de Alan Ladd Jr. por medio de entrevistas a algunas figuras muy reconocidas que trabajaron con él a lo largo de su carrera, demostrando lo influyente que fue en la realización de películas en Hollywood. Muestra, también, cómo son percibidos algunos cineastas que, hoy en día, son considerados auteurs. Compuesto básicamente por entrevistas, imágenes de archivo, y la ocasional narración en off de Amanda, Laddie: The Man Behind the Movies es un documental de corte tradicional pero muy eficiente, que incluso logra concluir en una nota sorprendentemente emotiva, tanto para el espectador como para la directora.
Curiosamente, la tesis del documental parece estar centrada en una suerte de reconciliación entre Ladd-Jones padre y Ladd Jr. Después de todo, el filme deja muy en claro que el productor siempre fue un hombre tímido, aparentemente poco interesado en comunicarse de manera clara con su familia, siempre ocupado en su trabajo. La directora menciona, de hecho, que casi nunca veía a su padre y que, al hacer este documental, pretende no solo otorgarle algo del reconocimiento que Ladd Jr. tanto merece, sino también dejar en claro que ella no vivirá en la sombra de su padre. Se trata, pues, de una línea que se hace evidente a lo largo del producto final y que, como se mencionó líneas arriba, concluye de manera conmovedora.
Uno se da cuenta, durante los primeros minutos del documental, de que se trata de una propuesta más bien personal. Laddie: The Man Behind the Movies comienza con un resumen de la carrera y vida de Alan Ladd, el padre de la figura central de la película, un actor muy reconocido del Hollywood clásico. Sin embargo, el padre nunca llegó a entablar una relación fuerte con su hijo, tanto así que prefería aparecer con los hijos de su otro matrimonio en sesiones de foto promocionales. Ello se repetiría, aunque de forma menos trágica, entre Ladd Jr. y su hija. Es una suerte de ciclo eterno de frialdad emocional, y una ausencia en casa que terminaría por marcar las vidas de todos los involucrados.
Pero vale la pena mencionar que Laddie: The Man Behind the Movies no termina convirtiéndose en una telenovela, felizmente. De hecho, los cinéfilos más empedernidos quedarán encantados con todas las historias que se narran a lo largo del documental. El filme incluye entrevistas con el mismísimo Ladd Jr., aunque no se muestra como una persona particularmente carismática frente a cámaras. Pero la manera en que responde las preguntas de su hija sí puede llegar a ser bastante satisfactoria. Además, es apoyado por una variedad envidiable de entrevistados, cada uno emocionado por contar su propia historia sobre cómo Ladd Jr. influyó en sus carreras, e incluso, en sus vidas.
Tenemos, pues, a George Lucas hablando sobre la primera Star Wars, y cómo Ladd Jr. confió en él para realizar un filme que nadie quería ver en la pantalla grande, algo bastante irónico en la actualidad; vemos a Ridley Scott hablando sobre Los Duelistas, Alien y Blade Runner; a Mel Brooks contando historias sobre El joven Frankenstein, Aparentemente, la Paramount rechazó el proyecto, a diferencia de Ladd Jr., porque no querían grabarlo en blanco y negro: “¡el cine a color ya llegó a Perú!”, le dijeron a Brooks. También aparece Richard Donner haciendo bromas sobre Ladd Jr. y su padre, y luego narrando la historia de la creación de La Profecía; y hasta gente como Ron Howard, Mel Gibson (Ladd Jr. produjo Corazón Valiente), Morgan Freeman, Ben Affleck (el último trabajo de Ladd Jr. como productor fue en Desapareció una noche) y muchos más. Queda claro, entonces, que la figura central del documental es muy querida por casi todo el mundo en Hollywood, cosa que no es particularmente común en la industria del cine.
Ello, por supuesto, puede hacer que Laddie: The Man Behind the Movies se sienta un poco soso. Después de todo, se podría argumentar que el documental carece de un conflicto interesante. Es difícil incluir uno cuando el sujeto de quien se está hablando prácticamente no tiene enemigos, o puede que quienes no estaban de acuerdo con él, simplemente no aparecen en la película. Por otro lado, la narración en off de Amanda Ladd-Jones no es particularmente potente, y aparece y desaparece de manera aleatoria, lo cual le permite a uno dudar, incluso, si es que fue necesaria incluirla. El tema principal de Laddie: The Man Behind the Movies es lo suficientemente interesante como para evitar que los defectos —y la naturaleza más bien convencional del documental— terminen por arruinar el producto final.
Laddie: The Man Behind the Movies termina siendo, pues, en resumen, un sentido homenaje a uno de los ejecutivos y productores más importantes de Hollywood. Ladd Jr. fue alguien que siempre trabajaba tras bambalinas, enfocado en su labor sin mayor interés en llamar la atención o convertirse en una celebridad. Por ende, puede que mucha gente no sepa de su trabajo —yo solo lo conocía gracias a sus breves apariciones en diversos documentales sobre Star Wars. Pero es por eso que este filme termina siendo tan edificante; demuestra que la confianza en la gente creativa, por parte de los ejecutivos, puede resultar en periodos de mucho éxito financiero y creativo; por ende, en la producción de películas verdaderamente geniales, muchas de ellas consideradas como clásicos. Si se consideran cinéfilos, o aunque sea fanáticos de algunos de los blockbusters más famosos de la historia de Hollywood, vale la pena que vean este documental.
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