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“La piel más temida” (2023): los terrucos también lloran

Actualizado: 14 jun

Cerca de su paso final por la cartelera comercial, encontramos a continuación una aproximación a los aparentes asuntos polémicos del último largometraje de Joel Calero.


Por Paolo de Lima                                            CRÍTICA / CARTELERA COMERCIAL

"La piel más temida" (2023). Fuente: Cinencuentro.

La piel más temida sí muestra la humanización de un senderista. Se trata de una humanización hermética, de carácter interior y personal, en una suerte de “auto duelo”. Pedro (“piedra”), el senderista-retablista, es liberado por motivos de salud después de quince años a través de un indulto (ha sido diagnosticado con cáncer al estómago y le quedan dos meses de vida). Él no quiere quedarse a pasar sus últimos días en la casa señorial de la madre de su hija; prefiere pasar su etapa final en la casa materna, en un pueblito rural alejado donde no hay postas médicas. Es ahí, ante sus constantes vómitos, que la madre le ruega que no sea terco, que acepte estar en la ciudad del Cusco cerca de un hospital. “Para qué”, retruca él; “para qué”. Es entonces que accedemos al instante humano del personaje: una gruesa lágrima de cólera y frustración le resbala por el rostro. Es la lágrima del terruco, del militante senderista, quien se sabe con una vida sin ningún sentido: derrotado, agonizante, sin esperanza.


Cuando apareció La piel más temida y surgió el debate sobre la humanización o no del personaje decidí esperar su fin de ciclo en la cartelera comercial para verla y comentarla. Detrás del debate está obviamente el tema de la verosimilitud (lo contado debe parecerse a la realidad para que sea digerible por el espectador). Como señala Aristóteles en su Poética, la verosimilitud está asociada a lo adecuado (si el personaje es un Rey debe ser altivo y no servil) y a lo necesario (es decir, dar lo que SE esperaría, lo convenido, tal y como deben ser las cosas). Joel Calero considera adecuada la presentación de un senderista “típico” (el más asesino, el más cruel: el que participó en una matanza de campesinos): encerrado en sí mismo, hermético, sin “debilidades pequeño-burguesas”. Y Calero considera a su vez la necesidad de presentarlo tal como SE esperaría en una sala de cine en un Perú con leyes de apología y financiamientos del Estado peruano de por medio.


En una conferencia del año 2006 para la Universidad de California en San Diego (“Un pistoletazo en medio de un concierto. Acerca de escribir de política en una novela”), la novelista española Belén Gopegui (de quien retomo las ideas de Aristóteles) comenta que la verosimilitud “es un concepto ideológico que limita con la verdad pero que no se superpone a ella”. Y señala a su vez que en torno a la verosimilitud ficcional existen los dueños del discurso de la verosimilitud y los que no lo son. Por ello, mientras en el espacio público la familia de la madre de la hija (ambas más el hermano y tío de ambas) está guiada por principios capitalistas (New York, New York como horizonte de vida), la lágrima del terruco lo ubica en una zona interna cuyo espacio se limita a un cuerpo agonizante y lastrado, echado de muerte en la cama del hogar materno.

"La piel más temida (2023)". Fuente: Nuestro Sur

En ese sentido, ¿es Pedro un personaje negativo o se trata más bien de un anti-héroe? Como explica Belén Gopegui, el personaje negativo es aquel que gestiona su situación (defectos, mezquindades, temores, caprichos: el mundo “pequeño-burgués”) sin enfrentarse ni procurar escapar a lo que lo daña; mientras que al anti-héroe no le resultan las cosas como las planea, pero insiste en su deseo (Pedro ya no lo podrá cumplir y ahí está su lágrima).


¿Cuál es la piel “más temida” entonces? La humanidad de la película no reivindica el fundamentalismo senderista, su “pensamiento”. Lo que reivindica es el misterio de la vida en un mundo social que nos excede. 

 

La tercera película de la trilogía, que ya fue filmada y editada y está lista para ser exhibida el próximo año, estará centrada en el personaje militar del conflicto armado interno. El debate que sin ninguna duda motivará su historia será a todas luces saludable.




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