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Este documental rinde homenaje al Harlem Cultural Festival de 1969. La película se estrenó en el Festival de Sundance del 2021, donde ganó el Gran Premio del Jurado y el Premio del Público en la Competencia de documentales.
Por Sebastián Zavala Kahn CRÍTICAS / STAR+
Resulta fascinante cuando, por azares del destino, material que previamente había sido considerado como perdido o destruido de pronto es encontrado para que sea disfrutado por el público del presente. Ese es el caso, precisamente, de Summer of Soul, documental dirigido por Ahmir “QuestLove” Thompson. Lo que tenemos en este caso es una película que nos muestra un evento que se llevó a cabo hace más de cincuenta años, pero que por razones que son exploradas de manera intrigante, jamás se llegó a editar y proyectar. Es una pena, porque el resultado final es uno de los mejores documentales de los últimos años.
Summer of Soul recuenta los eventos del verano de 1969, cuando se llevó a cabo el Harlem Cultural Festival en dicho barrio de Nueva York. Se trató de un evento musical que celebraba la cultura afroamericana, poco tiempo después de sucesos verdaderamente terribles que afectaron a la nación entera, como los asesinatos de Martin Luther King, Malcolm X o John F. Kennedy. Una de las explicaciones por la que, se asume, el festival no fue tan celebrado como otros, fue que se llevó a cabo al mismo tiempo que Woodstock, a lo largo de seis fines de semana en Mount Morris Park. Evidentemente, el documental ahonda en otras razones sociopolíticas por las que el festival también pudo haber sido olvidado.
De hecho, resulta muy emotivo ver a algunas de las personas que fueron al Harlem Cultural Festival en tiempo presente, reaccionando a las imágenes que QuestLove les presenta. Una de ellas, Musa Jackson, concluye el documental diciendo que “¡no estaba loca!”, dando a entender que siempre tuvo el evento en su memoria, pero como no había mucha evidencia de que efectivamente ocurrió, empezó a cuestionar su mera existencia. Summer of Soul hace un buen trabajo entrelazando estos testimoniales con las imágenes de los conciertos, permitiéndole al espectador ver dicho evento a través de los ojos de quienes lo recuerdan.
El Harlem Cultural Festival no fue un simple evento musical. A pesar de haber sido aparentemente olvidado, terminó convirtiéndose en uno de los sucesos más importantes en la historia de los Estados Unidos. Le permitió a mucha de su población afroamericana sentirse representada, dándoles algo que admirar y considerar en una época bastante difícil. Utilizando grabaciones de noticieros de la época, QuestLove transmite las preocupaciones sociales del momento de manera bastante directa, mostrando que Harlem estaba en medio de una crisis de drogadicción que estaba acabando con la vida de mucha gente, tanto vieja como joven. Entre esa situación y la falta de recursos y dinero, se necesitaba algo significativo y feliz con lo cual relacionarse.
Durante el festival, el hombre finalmente llegó a la Luna. Sin embargo, cuando Summer of Soul nos muestra a varios de los habitantes de Harlem reaccionando a dicho suceso, la mayoría manifiesta que les parece una pérdida de dinero y de tiempo, que “mejor hubieran usado esos millones para ayudar a la gente pobre, que se muere de hambre”. Considerando lo difícil que era la vida ahí, y la discriminación que la población afroamericana sufría, no resulta complicado entender su punto de vista.
¿Pero qué hay de la música? Summer of Soul captura a algunos de los músicos norteamericanos más importantes de la historia en su mejor momento, dando conciertos llenos de energía. La calidad de la imagen y audio, sin ser perfecta, logra transmitir el talento y el ritmo de estos artistas como pocos documentales lo han hecho. Transporta al espectador a la década de los sesenta, casi como una máquina del tiempo. Están Stevie Wonder (durante un punto de inflexión importante en su carrera), Mavis Staples en dúo con Mahalia Jackson, 5th Dimension al ritmo de “Aquarius / Let the Sunshine In” (incluso explican el origen de dicho tema), y por supuesto, la gran Nina Simone, cantando con una voz que “mezclaba esperanza con sufrimiento”.
Es un festín musical absolutamente sublime, que logra demostrar lo relevantes que fueron estos artistas en su época, y, más importante aún, el significado que su participación trajo consigo para el público de Harlem. Aquellos que, incluso hoy en día, se quejan de que los artistas (cantantes, actores y actrices, músicos y más) no deberían “meterse en política” ni opinar sobre “temas que no les incumben”, deberían ver Summer of Soul. El arte siempre ha estado mezclado con lo político y con lo social, algo que no podría quedar más claro con este documental.
Sin ser afroamericano, no soy la persona ideal para declarar que Summer of Soul es un documental trascendente o socialmente significativo. Sin embargo, lo que puedo decir es que se trata de una excelente película, de un pedazo de historia norteamericana previamente perdido, pero que ahora podemos disfrutar sin mayores problemas, para transportarnos a un lugar y época muy específicos e importantes para la historia afroamericana. Súmenle a eso los conciertos (resulta prácticamente imposible no moverse mientras uno los ve), y Summer of Soul se convierte rápidamente en una de las experiencias más memorables que uno pueda tener con un documental contemporáneo. Sepan o no de la historia norteamericana o afroamericana, o de los sucesos sociopolíticos de los sesenta, vale la pena que lo vean.
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