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“Microhabitat” (2018): whiskey, cenizas y un amor

Actualizado: 20 jun 2023

La historia dirigida por Jeon Go-Woon explora la vida de una mujer de treinta años que, contra toda dificultad, sigue aferrándose a tres necesidades: fumar, tomar whiskey y su novio.


Por Vanessa Nina CRÍTICAS / MUBI

“Microhabitat” (2018)
“Microhabitat” (2018). Fuente: ohmynews.com

Luego de un día de trabajo Mi-so se deja llevar por el placer de fumar y beber una copa de whiskey, además de pasar tiempo con su novio. Sin embargo, Mi-so pertenece a esa clase social cuyos ingresos apenas le permiten cubrir el alquiler, la comida y medicinas. Por lo que, al aumentar los precios de la renta y los cigarrillos, Mi-so se aventura a las calles de Seúl.


Microhabitat convierte a la ciudad en un personaje más, los grandes edificios, amplias autopistas y negocios, muestran un ambiente en expansión, se ve reflejado el desarrollo de una sociedad a la que le es indiferente lo que deja atrás. Así, Mi-so es apenas un cuerpo que deambula y se resiste a ser devorada por la gran ciudad. Como resultado, la protagonista, recuerda los mejores años de su vida a través de unas fotografías, por lo que, arrastrando una maleta que guarda todas sus pertenencias, busca a sus viejos amigos de la universidad para pedirles pasar la noche.


Jeon Go-Woon nos muestra unos personajes peculiares, que en el tránsito a la madurez han ganado estabilidad económica y social pero también han perdido algo importante, lo cual no les permite ser felices. En una conversación que tiene Mi-so con su amiga, mientras recuerdan los buenos años con su banda de música, descubrimos que su enfermedad consiste en la pérdida del color del cabello. Esto nos permite abstraer dos cosas, la primera es que, si bien Mi-so tiene una afectación estética, la enfermedad que aqueja a sus amigos es mental. La segunda, es que Mi-so representa las viejas ansias de felicidad, a ese antiguo deseo de una vida simple y feliz. Su cabello blanco desencaja de su rostro joven, al igual que ella dentro de la ambiciosa sociedad surcoreana.

“Microhabitat” (2018)
“Microhabitat” (2018). Fuente: filmpulse.net

La torpeza e inocencia de la protagonista ayuda a sobrellevar la trama, no se trata de una historia autocomplaciente, vemos a Mi-so siendo muy consciente de su decisión por aferrarse a las tres cosas que más quiere y las consecuencias que conlleva. Así, cada visita que realiza a un ex integrante de su banda de música es un repaso por las decisiones que tomó y una oportunidad para desarrollar escenas de comedia como esa en la que los desesperados padres de su amigo Kim Roki quieren convertir a Mi-so en su nuera a través de artimañas infantiles. La directora se burla de la figura matrimonial y del afán por guardar las apariencias y de las jerarquías familiares. “El matrimonio es como una enfermedad”, dice uno de los personajes.


En cada casa Mi-so es juzgada o aceptada por vivir de la manera actual y no pensar en su futuro. Su pobre novio, que sueña con ser artista, se va desencantando de la vida “austera pero feliz”, mientras los precios en Seúl siguen subiendo. Vemos al chico partir a un país lejano con la promesa de volver con dinero suficiente para adquirir una casa. Es ahí cuando Mi-so deberá decidir si aún tiene sentido aferrarse a esas dos cosas que, aunque parece que no necesita, le dan dignidad a su vida.


Microhabitat resulta una película melancólica, con una dosis de comedia que la convierte en una historia tierna, con una preciosa imagen final, que termina de darle sentido al título. Definitivamente una de mis películas favoritas de este mes.





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