David Fincher vuelve a las pantallas de Netflix después de 3 años. En esta oportunidad, adapta el cómic francés homónimo escrito por Alexis Nolent e ilustrado por Luc Jacamon. El cineasta americano narra la historia de un sicario que, después de fallar en un trabajo, su vida y todo lo que conoce cambia repentinamente.
Por Mariano Viza CRÍTICAS / NETFLIX
Debo empezar este texto aclarando que el cine de David Fincher no me mueve por nada del mundo. Reconozco su verdadero talento detrás de las cámaras, pero no es que mueve el piso saber que ha hecho una nueva película. De toda su filmografía, he visto unas cuantas y solo dos cintas me han gustado verdaderamente: Se7en: los siete pecados capitales y Zodiaco. Esta última en particular es de mis películas favoritas. El manejo del suspenso, de la investigación que conlleva encontrar al famoso asesino del Zodiaco me cautivó completamente allá por el 2017, cuando la vi por primera vez. Lamentablemente, esto no sucedió con El Asesino (The Killer).
No negaré que tuve ciertas expectativas con el último largometraje del americano que significaba la vuelta al mundo del cine de Michael Fassbender, quien es uno de los mejores actores que he visto en la pantalla grande, pero que, probablemente, no ha tenido tantos reflectores. Mis expectativas también iban por el material que se adaptaría: un cómic sobre un sicario que se va cayendo a pedazos. Meses atrás leí unos cuantos números y quedé gratamente sorprendido. Es obvia la distinción entre el material original y la adaptación que se lleva al cine. Un metraje de 120 minutos no puede acaparar una novela gráfica de casi mil páginas, más allá de las licencias que pueda tomar en cuanto el estilo propio del director y del guionista.
Para mi sorpresa, El Asesino fue una película que me gustó, pero no me enamoró por completo. Fue la idea que tenía sobre ella que hizo que me temple, pero al ver el resultado final no fue más que un “está bien, pero pensé que sería distinto”.
La construcción del personaje sin nombre, “El Asesino”, me pareció interesante. Alguien meticuloso, con rutinas cercanas al TOC probablemente, que cubre sus pasos por donde ha estado, así como lo preparado que está para cualquier situación, lo vuelve agradable a la vista. La caracterización de Fassbender me parece magnífica. Su actuación se basa más en las acciones, las gesticulaciones, los movimientos o sus ojos y hacia donde direcciona su mirada, en lugar de qué tan histriónico puede llegar a ser.
Entrar a esta película puede ser algo difícil al inicio. Esta cuenta con un ritmo pausado que parte con la narración de Fassbender, quien nos da todo el contexto de su papel con una voz en off. Aunque en un inicio me parece interesante el recurso, siento que durante la cinta se va gastando, salvo cuando este repite su mantra: no confiar en nadie, mantenerse en el plan, etc. La acción siento que es atrapante más no suficiente. Creí que encontraría escenas magníficas de acción, pero salvo la escena en la casa del grandulón, no hay algo que a primera instancia pueda recordar a John Wick, por mencionar un caso similar. Quizá esto parta de la misma concepción del asesino, quien es alguien sumamente meticuloso y metódico. Me recuerda mucho al personaje de Alain Delon en El Samurai. Alguien calmado, sereno, que se da el tiempo de cumplir a rajatabla su papel con tal de no ser detectado. Con Fincher y Fassbender vamos más por alguien que cubre cada paso que da. Ahí el encanto del protagonista. Las secuencias en las que cubre sus marcas o revisa su arsenal de armas son mis favoritas. Es un hombre de mil caras.
El arco que nos narra el director es uno de venganza contra quienes ha trabajado por tanto tiempo. Uno por uno va llegando hasta la persona indicada. La violencia y lo difícil de llegar es lo esencial de la película, el enfrentarse al jefe final que no es más que un multimillonario común que quiso jugar al tipo malo, pero no le salió. Es el trabajador de abajo, el tipo de la labor sucia, enfrentándose a quien lo contrata y le presenta el mundillo oscuro del sicariato. Al final, ¿hasta qué punto puede domarse a la bestia? Ese afán de encontrar a quien tanto se quería para al final dejarlo ahí, vivo, pero a un segundo de morir quién sabe cuándo. A pesar de ser un final casi cerrado, no me atrapa del todo. Esta idea de ver una película que se da su tiempo, pero sin esa dosis de acción es lo que no cierra, al menos para mí. Pensaba en ver un Alain Delon cercano a John Wick.
No sé si suene alzado, pretencioso o hasta soberbio decir que cualquiera pudo haber hecho esta película. Viendo el trabajo anterior de Fincher es como algo extraño, quizá, con respecto a lo que ha trabajado en años anteriores. Me gustó El Asesino, pero no me cerró del todo. Me jode no haberme enamorado de esta película que en su soundtrack tiene a nada más y nada menos que a ¡THE SMITHS! Ahora, les toca a ustedes opinar.
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