Tras ganar por primera vez la Palma de Oro, el director estadounidense ha emergido en los últimos años como una figura clave en el cine independiente. A lo largo del tiempo, su estilo ha evolucionado, destacándose por su forma de narrar historias que exploran las realidades marginales de la sociedad estadounidense. Su cine retrata a poblaciones vulnerables, la pobreza y personajes de moralidad ambigua, temas recurrentes en su obra. Por ello, en este especial se realizará un recorrido por su filmografía a propósito del estreno comercial de Anora.
Por Francisco Torres ESPECIALES / SEAN BAKER
Four Letter Words (2000)
El debut de Sean Baker es el más irregular de su filmografía, en gran parte porque aún no había encontrado un estilo propio, lo que refleja cierta inmadurez artística. La trama se centra en una reunión de exalumnos que evocan sus años previos a la universidad, libres de las preocupaciones adultas, entre romances fallidos y nuevas oportunidades.
La mayoría de los personajes no logran ser entrañables, y los diálogos resultan extraños y poco naturales. Además, hay fallos técnicos notables, como un sonido poco claro en las primeras escenas y una fotografía que no contribuye significativamente a la narrativa, resultando bastante plana.
Sin embargo, no todo es negativo. Hay un intento sincero de capturar de manera natural las interacciones dentro de un grupo social específico. A pesar de los numerosos fallos, hay momentos que logran resonar, sobre todo para aquellos que han vivido reuniones con viejos amigos, recordando con nostalgia los días escolares.
Take Out (2004)
La que para varios es considerada la verdadera primera película del director cuenta cómo un inmigrante chino que trabaja haciendo delivery para un restaurante tiene que en un solo día reunir dinero que le debe a una mafia local.
Esta cinta se acerca más a ese retrato urbano que se vería más adelante en sus obras más aclamadas. Si bien todavía el director está encontrando su estilo, ya hay muestras claras de ese interés de mostrar de manera realista a distintos grupos sociales. El modo de hablar, su idiosincrasia, su cultura, etc. A nivel de fotografía resulta interesante, porque usa mucho la cámara en mano y constantes zooms. Es una forma que se acerca al tratamiento visual de un falso documental. Eso lo acompaña con cortes de edición bastante rápidas que dan la sensación de energía propia de Nueva York.
Si es que hay algo negativo que decir es que no es muy fácil empatizar con el protagonista, pese al problema que se le presenta, y varias acciones de llevar comida a distintas personas resulta repetitivo. Es por eso que pese a su corta duración y escenas que son relativamente cortas entre sí, es una historia que se siente lenta.
Prince of Broadway (2008)
Esta película se desarrolla en Nueva York, donde se entrelazan dos historias. La vida de Lucky, un vendedor ilegal de ropa, se complica cuando un bebé llega inesperadamente a su vida, mientras que el dueño de la tienda de ropa comienza a tener problemas con su esposa. Aquí es donde el estilo de Sean Baker empieza a definirse con mayor claridad. Aunque presenta algunos problemas de ritmo, se percibe la evolución del director en la creación de situaciones dramáticas con toques de humor. En ese sentido, está mejor lograda que su obra anterior.
Personalmente, la historia de Levon, el dueño de la tienda, me resultó más atractiva que la de Lucky. Es un personaje lleno de defectos, cuyas acciones rozan la ilegalidad en su lucha por sobrevivir. Esto lo convierte en una figura compleja, con luces y sombras. En cambio, la trama del protagonista repite algunos de los errores de Take Out, como la falta de ritmo y cierta monotonía.
En cuanto al aspecto visual, esta cinta sigue explorando esa búsqueda de realismo a través de acercamientos de cámara y planos prolongados, lo que le confiere un aire de falso documental, una característica presente desde los primeros trabajos del director.
Starlet (2012)
Historia de cómo surge una amistad entre una joven llamada Jane y Sadie, una anciana que le vende un termo en una venta de garaje. A medida que se conocen, cada una va descubriendo aspectos en la vida de cada una.
Esta cinta es la que se le puede considerar el primer gran acierto de Sean Baker. Se tratan temas como la soledad en la vejez, la industria de entretenimiento para adultos, drogas, entre otros. Es interesante cómo se muestra la dinámica entre dos generaciones distintas. Una sin mucho futuro por estar ya en el ocaso de su vida, y otra que parece que apenas su camino está empezando, pero que se encuentra en un entorno complicado. La película es en tanto un drama que se siente bastante real, pero con cierta ternura y humor que permite dar un balance de emociones. Las actuaciones ayudan a esto porque cada personaje resulta memorable.
La fotografía tiene una evolución significativa a comparación de anteriores películas, ya que acá se aprecian planos que cautivan por los paisajes citadinos mostrados. La relación entre el fondo y los personajes se aleja de ese estilo netamente de falso documental para pasar a ser uno que tiene movimientos de cámara pulcros. Además, acá si hay presencia de música, la cual da la atmósfera adecuada a lo que se ve en pantalla. Este es un agregado importante que implementa Baker de aquí en adelante.
Tangerine (2015)
La historia nos sitúa en Los Ángeles, donde una prostituta transgénero luego de salir de la cárcel descubre gracias a su mejor amiga que su novio le fue infiel, por lo que decide buscarlo por la ciudad para darle una lección. Con esa premisa el director logra plasmar la vitalidad de la ciudad y como se desenvuelven distintas personas. Es visualmente atrapante por cómo se mueve la cámara en un sentido que captura el frenesí, pero también en momentos de calma logra ser contemplativa y realista. Tiene mucho de documental por ese motivo, pero acompañado de momentos de bastante desenfreno con la cámara.
Cabe destacar una peculiaridad y es que esta cinta fue grabada enteramente con tres iPhone 5s y unos lentes llamados Moondog Labs, que fueron esenciales para que la imagen se vea bien en pantalla grande. Estos son unos de tipo anamórficos adaptados para celulares. Lo que hacen es distorsionar deliberadamente las tomas de manera horizontal. Esto ofrece la posibilidad de captar más en imagen que lo que comúnmente ofrece un celular. Sin duda una decisión acertada, ya que estos permiten otorgar mayor presencia de la ciudad en sí, lo que da la sensación que es un personaje más dentro de la historia.
Aunque la película tiene una protagonista clara, permite explorar otras perspectivas, reflejando la dinámica de una gran ciudad donde ocurren muchas cosas simultáneamente y cada persona tiene su propia historia. Un ejemplo es Razmik, el taxista amigo de las dos chicas transgénero, que se encuentra con todo tipo de personas, incluidas experiencias sexuales. Este personaje es curioso porque, aunque proviene de una familia conservadora, lleva una doble vida. Asimismo, la mejor amiga de la protagonista aspira a ser cantante, lo cual se refleja en su constante esfuerzo por actuar en bares.
Esto le otorga a la película una gran dinámica: mientras la trama principal gira en torno a la búsqueda del novio infiel, las otras historias se van desarrollando de manera que, al final, todas convergen en un solo punto, creando una sensación de catarsis.
The Florida Project (2017)
La película narra la vida de Halley y su hija de 6 años, Moonee, quienes viven en un motel administrado por Bobby. En este contexto, se explora cómo ambas sobreviven, junto a sus amistades, en un entorno desfavorable. A través de parques de diversiones, fiestas, comida y juegos, intentan sobrellevar la difícil situación en la que se encuentran.
Esta historia es posiblemente una de las más logradas del director. Al adoptar una perspectiva infantil, la película permite una visión inocente de la vida, a pesar de las dificultades económicas que enfrentan los habitantes del motel. Este contraste entre la precariedad y el hecho de estar tan cerca de un lugar turístico como Disney World es muy poderoso. Sin embargo, no por ello la película deja de ser cruda, especialmente a través del personaje de Halley, quien hace todo lo posible por salir adelante, incluso recurriendo a trabajos indeseables.
La fotografía también es destacable, con el uso de planos abiertos que muestran la inmensidad de Florida, una ciudad llena de entretenimiento, parques temáticos y negocios, pero rodeada de moteles habitados por personas de escasos recursos. Esta amplitud visual también refleja cómo de grande y sobrecogedor puede sentirse el lugar desde la mirada de niños como Moonee y sus amigos. Mención especial merecen estos pequeños actores, cuyas interpretaciones, a pesar de su corta edad, son sorprendentemente auténticas, añadiendo realismo a la película.
También cabe destacar el uso del color, ya que en The Florida Project predomina el morado, el cual enfatiza la inocencia, felicidad y diversión, que es precisamente cómo los niños de la película perciben el mundo, a pesar de las dificultades económicas que ellos y los demás habitantes del motel experimentan. Es interesante cómo la predominancia de los colores pastel crea una ilusión de estar en un lugar que puede parecer mágico para los turistas, pero que oculta una realidad compleja. Esto encaja perfectamente con la propuesta de autenticidad en una ciudad marcada por esa disparidad.
Red Rocket (2021)
Esta historia gira en torno a Mickey Saber, un actor pornográfico, quien regresa a su ciudad natal en Texas debido a una mala racha que ha tenido con su carrera. Ahí reconecta con personas de su pasado y conoce a una joven conocida como Strawberry, con la cual comienza una relación amorosa, la cual él ve como una oportunidad de volver al estrellato. Un punto interesante de esto es que el actor de Mickey Saber (Simon Rex) empezó siendo brevemente actor de cine para adultos, para luego entrar al cine tradicional. Es por ello que hay una delgada línea entre realidad y ficción al tener que interpretar un personaje que comparte ciertas similitudes con su vida.
Sean Baker plasma muy bien el lado rural de Texas, tanto las costumbres de las personas como una chica que busca salir de aquel pequeño pueblo. Es una forma de mostrar la decadencia tanto de una persona, quien se involucra con una chica tan joven, y la manipulación que ejerce ofreciéndole la fama y el glamour. Es por tanto una cinta llena de erotismo y drama. Se le puede considerar una vuelta de tuerca a la idea del sueño americano, al ser contrario a los valores tradicionales con los que se consolidó aquella idea de tener éxito en la vida.
Por otro lado, la fotografía de esta película lleva el sello distintivo del director. Aunque mantiene una naturalidad al mostrar los espacios donde se mueven los personajes, a través de encuadres abiertos y prolongados de paisajes, también incorpora imágenes cromáticamente estilizadas y de ritmo ágil, similares a las de Tangerine.
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